Ernest Hemingway y España
La relación entre el famoso escritor Ernest Hemingway y España es bastante antigua, se enmarca en buena parte del estilo y profundidad que desarrolló el escritor norteamericano e incluso, está vinculado de manera directa con uno de sus libros más conocidos “Por quién doblan las campanas”.
Desde los 17 años en sus inicios como periodista, Hemingway destacó por buscar la fuente directa, informar de manera responsable e involucrarse de manera real, activa, física incluso, con las situaciones sobre las que quería informar. Esta determinación lo llevó a pisar suelo español en plena Guerra Civil, única manera de informar con veracidad y detalle lo que estaba ocurriendo en aquel momento.
Hemingway el Republicano
Como la mayoría de los grandes artistas que conocieron sobre la guerra en España, Ernest Hemingway era un connotado defensor de la democracia y los derechos de las mayorías, por lo que se puso del lado del bando republicano, sin que ello afectara en nada sus reportes que se mantenían atados a la imparcialidad, pero seguramente con algún peso en la novela que luego escribiría inspirado en los sucesos que presenció como corresponsal durante dicha coyuntura.
Su inclinación es fácil de detectar en el transcurso de la novela, donde vemos la historia de personas que luchan en la resistencia contra el fascismo que avanza, dando importancia a los mínimos detalles de la vida tras las trincheras que resisten por la libertad. Es una mirada cargada de empatía y sobre todo, de un mensaje para los movimientos progresistas del mundo, con alguna carga de tristeza y mucha crudeza, el libro se convirtió en uno de los más famosos de Hemingway.
Si a esto le agregamos que la historia fue real y su protagonista principal fue Robert Jordan, quien a la par era compatriota del escritor, ambos nacidos en los Estados Unidos de Norteamérica, por lo que hay lazos por donde se le mire.
El Último país bueno
Fue tan grande el amor que desarrolló Hemingway por España y al mismo tiempo la pesadez que le causaba la sombra que se asomaba sobre el país, que a ello se debe su frase “España es el último país bueno que ha quedado”.
Gracias al trabajo y visión de Hemingway nace el instituto Hemingway, dedicado a dar a conocer la cultura española, a defenderla y a llevar la voz de esas tradiciones españoles, de esa historia tan relacionada con todo a su alrededor, con el desarrollo de buena parte de América y vinculada incluso a una fusión de culturas donde árabes, moros, asiáticos, todos confluyen de una u otra manera, pero sobre todo, con una gran carga artística y manteniendo el pensamiento y obra de Hemingway como bandera.
En España se le tiene mucho cariño y se respeta a la figura de Hemingway.